El Libro del Destino

III

Por Quirón Alvar



Capítulo 10

Lo entiendo a la perfección: El ser humano siempre ha buscado algo exterior a él para echarle las culpas de todo lo que le sucede. Lo mismo ocurre con los hechos que acontecen con el conglomerado que le rodea, esto es, lo que conocen como "mundo" o "tierra". Va mal porque el demonio, o dios, o el monstruo fulanito lo quiere así.

Pensemos un poco: ¿Cómo va a ser por eso? Desde luego que ya lo hemos dicho de mil maneras en la Kronos, pero es que hay que insistir en la idea: El mundo humano va mal porque el mismo humano, todo el conjunto de humanos quiere y hasta desea que vaya mal. No el mundo en sí, el mundo en sí, o sea, Gaia, no va mal, va como le da la gana de ir, sabe muy bien qué ha de hacer y qué no ha de hacer. ¿Cómo se va a destruir la capa de ozono porque unos cuantos de humanos utilicen aerosoles o porque las vacas defequen? Es triste eh??

En el Libro del Destino está claro: el mundo humano va como va porque no se fija en nada, porque no es responsable de sus actos y porque no saben ni lo que es el Amor y el Amar.

La Responsabilidad, después del Amor, es lo más importante para que algo, sea lo que sea, funcione.

Si es que todo está unido, ¿a dónde creo que voy a llegar? La entropía lo tiene todo en sus fauces. Pero todo no.

Lo que ocurre es que hay que ser un Héroe para seguir Vivo dentro de un caos tan absoluto como el que se está viviendo. Pero se consigue eh, vaya que si se consigue.

Hay que esperar, eso es todo, y en la espera, hay que Hacer. ¿Qué hacer? Pensar, después de pensar concretar, y después de concretar Realizar.

Lo que ocurre es que hay mucha gente. Pero no es problema, todo está preparado para que eso se solucione en menos tiempo del que se imagina cualquiera.

Entiendo perfectamente la Idea de Gaia de Manú; la inteligencia del astro pondrá el orden. Para nada puede ser de otra manera; el humano no tiene ni el más mínimo poder para hacer algo demoledor con algo eónico y repleto de almas futuras que velan por la seguridad del Paraíso que les pertenece.

Se entiende perfectamente la Idea de Hugo con la Escuela de Dioses, que es la Kronos y aquello que quiera ser una extensión de la misma, donde poder plasmar los deseos y las ganas de que todo vaya en su perfecto Orden.

La gente suele tener pavor a que haya individuos y Gestales de individuos que quieran que la cosa vaya bien, pues el resto, la masa, tiene un miedo atroz al Orden, a las buenas formas, la educación, los buenos valores... y todas esas cosas que elevan al ser para ponerlo por encima de todo lo supuestamente establecido que es lo humano. Una vez consolidado ese hecho, es completamente REAL que NO todos somos iguales, y entonces... el desplome.

Pero la Vida, la de verdad, es así. Unos hemos venido para salvar el mundo, para enriquecerlo, para quedarnos con él poco a poco, milímetro a milímetro. Otros... Otros no han venido a nada, ni si quiera para molestar, porque ya ves tú lo que me está molestando que una mota de polvo me haya caído en la manga de la camisa, oj!, qué estorvo. Pues no, no me he dado ni cuenta. Así funciona Arrakis, así funciona el Libro del Destino.



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Capítulo 11

-llegar es encender algo en el otro -llegar es también dejar que el otro te encienda algo a tí -entonces no sé..., parece que hasta el aire resplandece

( De Hugo Luchetti en la Edición 1029 )

El Nuevo Aire del Nuevo Mundo resplandecerá continuamente, porque entre otras cosas la congregación sincera de almas será una realidad. Es de almas a almas como se encienden las cosas bellas y hermosas de la vida, pues entre cuerpos solo suele haber meras confrontaciones biológicas que conllevan nada más que al odio y a la falta de respeto.

Es difícil hablar de almas porque enseguida se confunde con algo que es etéreo, y de etéreo un alma no tiene ni una pizca.

Nunca he creído en el materialismo de los cuerpos, me han parecido un siempre un mal invento, una pesadilla de alguien encerrado en una torre sin ventanas ni luces de ningún tiempo y que como venganza de su castigo inventó al cuerpo humano, y en un momento dado alguien hizo la conjunción de almas y cuerpos.

Queda el Espíritu, que ese siempre anda de un lado para otro importándole un pimiento qué clase de cuerpos tenga que habitar.

Pero ya que hay que habitarlos para poder utilizarlos como herrmientas, ¿por qué no idear uno que sea perfecto? Nuestros pensamientos tienden a la perfección, hacia algo sublime, y si pudiera así nuestra herramienta, no habría que estar cambiándola cada dos por tres.

Pero mantengámonos en lo que de momento, en estos momentos, tenemos como herramienta. Si la sabemos cuidar tenemos trabajo para rato, y para cuidarla bien solo hay que ser responsable; sí, de nuevo la responsabilidad. El cuerpo de cada uno ha de ser una máquina perfecta que no caiga jamás en ninguna de las tentaciones que el demonio interior tiene; enfermedades, lujuria, vagancia, olvido... Lo de siempre.

La enfermedad en realidad es una tentación porque el cuerpo, ese animal entrópico hasta los tuétanos, prefiere el descanso al trabajo, la despreocupación a la responsabilidad, el olvido permanente a la atención absoluta.

Olvidemos que somos cuerpos, acordémonos de lo que somos eternamente: Almas. El resplandor, el Encendimiento de lo bello, es sólo y exclusivamente virtud de las almas. Por muchos ojos bonitos que tengamos, por muchas sonrisas preciosas que portemos en nuestros rostros, y por muchos gestos que se hagan, nada es tan vivo y tan vivaz como el alma.

Cuando cuidamos de alguien, debériamos cuidar más de su ser interno, el alma, que de su cuerpo. Cuando ponemos la atención fuera de nosotros, el cuerpo se achanta, se queda aplanadito y no dice ni mú. Sin embargo, cuando nos interiorizamos demasiado, el cuerpo se pone loco de alegría y ve la victoria más cerca que la mar. ¿Cuál es esa victoria? La muerte.

Si es que en realidad el loco que hiciera y fabricase el cuerpo, no era más que eso, un loco endemoniado que estaba contento y feliz con la degradación y el desgastamiento de todo.

Creer en la Inmortalidad debe de ser algo más que la transmutación de las almas y la reencarnación. Debe de haber algo que pare la degeneración de los tejidos internos y externos, algo que pare esa maldita marcha hacia ese lugar tan horrible y oscuro.

No, no es miedo a la muerte, ni es un "no querer ver las cosas como son"; no quiero tampoco "ver las cosas como son", pero es que no tengo por qué ni si quiera, creer en la muerte, ¡vaya atraso!

Encendamos desde ya la Gran Fogata de la Eternidad, para que las almas solitarias vean desde el punto más lejano, nuestra Lumbre Sagrada de la Amistad.

Que los Dioses os ululen por vuestras almas.



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Capítulo 12

O me está pasando algo, o he notado que el Libro del Destino se enfurece, una de dos.

O dios o el diablo, pero bueno, ¿esto qué es? Muy sencillo, pasado, pasado y requetepasado. Posiblemente necesario, pues cuando se prepara ALGO, pasan muchas cosas.

Siglo a siglo, página a página, se va desvelando el sentido de la historia, el por qué de muchas cosas, el desenlace de los misterios, de las dudas, de las preguntas. Me produce cierta dentera y cierto mal estar comprender completamente que el subnormal ese de satanás sea el padre de toda la humanidad, pero oye, si así lo ha elegido la gente, pues que así sea, es eso del glorioso libre albedrío, o lo que yo llamo responsabilidad.

Pero vale, digamos que eso es así y que ya por fin se va a cabar toda la inmundicia de Arrakis y que a lo hecho pecho y tararí que te vi.

Llegan los dioses, sí, es su turno nuevamente. Creo que ya han pasado los añitos necesarios para que todo se regularice. Cien años ha tenido satanás para intentar degradarlo todo y a punto ha estado ¿no?. Vale.

Los dioses, o entidades inteligentes, o ángeles o... bueno, las buenas personas que habemos en este mundo, no hemos descansado ni un solo instante desde el comienzo de esta movida de planeta de hacer el Bien, lo Inteligente, lo Bello y todas esas cosas que reclamamos nuestras aquí en la kronos, único lugar, por cierto, donde se libera la batalla contra el mal en lo que se refiere a intelectualidad.

En todos los mundos está representado el Bien y el Mal, entendiendo como Mundos todo aquello que tiene una idea en la base, una ruta, un camino; un fin, pero no finito, sino infinito. ¿Que en el Mal también hay un camino infinito? Hombre claro, pero cuando ya esté eso totalmente abajo, flus! arderá del todo y no quedará ni una brizna de maldad ni ningún tipo de mal rollo. Esta vez sí que arderá en el infierno, aunque sea hecho a drede, hecho a posta, con buenos materiales que resistan toneladas y toneladas de maldad.

Cuando piensas, esa cosa tan chunga que la gente ve tan mala y tan de mal gusto, ves el origen de las cosas y la contestación de las mismas. Cosas, si, cosas, porque cuando se engloba a todo un conjunto diversiáceo no puedes ir enumerándolas, es un rollo patatero e intelectualoide.

Resumen: HOMBRE o SATANÁS, ¿qué más da, si es lo mismo? O bueno, otra alternativa: HOMBRE o DIOS, o, DIOS o SATANÁS, o viceversa, da lo mismo, ambos quieren la destrucción, y ambos engloban al monstruoso HOMBRE que lo quiere destruir todo.

¡Pesimista, pesimista!

Realista, querido quien seas, realista. ¿Quieres ver la realidad del mundo? Asómate a la terraza de cualquier edificio en cualquier ciudad del mundo. Apártate de las radiaciones "optimistas" del televisor y demás medios de "información y comunicación" y VE. ¿Ves algo? Si no ves nada es que tienes los ojos ya transformados, y no te los ha trasformado NADIE, tú solito lo has hecho. ¿El demoño, dios? No, no, no, TÚ solito.

Nosotros nos asomamos a otro tipo de Ventanas y Terrazas. Se ven Arcos fastuosos, avenidas imperiales, caminos dorados y conductores de Belleza. Jardines de los Mundos, personas trabajando, arriesgando, adorando, amando. Eso YA es, y para que sea del todo no queda tánto como algunos creen.

Hoy me he enterado de que quedan trece meses y trece días para el nuevo Milenio. No, no lo digo por el significado numérico, lo digo para que el satanás ese, el hombre, se entere y haga bien sus cuentas: Es lo que te queda de vida, ja ja ja!!!

Vamos hombre con las tonterías.



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Capítulo 13

Poco a poco, como las construcciones que quieren hacerse bien, todo se va consolidando, y este trabajo lo quiere hacer, yo también, y mi alma, y todo el conjunto de entidades que conformamos el Espíritu.

No sé en qué tiempo estás leyendo esto, si este siglo o el otro, o el de sin número o el verdadero, o si es sencillamente la tarde en la Habitación de los Designios. El caso es que la maldad ya ha terminado, todos los demonios, grandes y pequeños ya han pasado a la remota historia de la vejez y el pasado. Ahora ya reina el Bien, pero un Bien esplendoroso y lleno de luminosidad, regordete y coloraóte.

Me dí cuenta a noche de algo fastuoso, de algo en lo que no había caído aún. Creo que fue el ser interno el que se quedó embobado como un Niño inteligente ante la belleza de las cosas, el que se dijo: "Oye, esto del Destino de dónde viene, de qué acepción lingüística." Entonces otro se puso a pensar un poco más. "Destino viene de Fatum..." Fatum, me dije, Fatum. Fatum viene del latín Fata, que quiere decir en español Hada o Hado.

¿Qué es Hada, o Hado? Es el Destino, la divinidad que recoge al ser cuando llega a existencia desde las múltiples maneras que tienen los seres de venir a existencia.

¡Las Hadas y los Hados ! Y me puse loco de alegría. Más alegría me entró cuando en realidad me dí cuenta de que las Hadas y los Hados eran los mismísimos dioses. Sí, pues por mucho que la ciencia y la cienciología y todas esas historias digan que son seres imaginarios y no le den el mínimo de importancia, nosotros, los hados y hadas sí que se lo damos.

Una cosa es el exterior, y otra cosa es el Interior. Las hadas nos esperan desde el exterior según la tradición romana, pero como las tradiciones cambian que es un primor, las hadas, y los hados, se meten dentro de aquellos que tienen un espíritu apto para desarrollar el Destino que es conveniente para el devenir del mundo, así pues, nosotros somos hadas y hados, hados y hadas. Seres mágicos en definitiva, nada de géneros distintos que eso siempre confunde.

¿Qué si no un Ser Mágico podría hacer el Bien allá donde la Belleza le aclama que lo haga? ¿Y qué si no un ser mágico que ya hace el Bien incluso para el Futuro? Para eso sí hay otra respuesta: los dioses, pero dioses que seguimos siendo nosotros. ¿Para qué quedarnos en "buenas personas"? Buena persona se lo cree cualquiera, hasta el que acaba de cometer el delito más horrendo; con poner cara de santo ya tiene suficiente.

Pero se trata de HACER, cuando HACES te conviertes en lo que has hecho; si es bueno, eres bueno, si es malo, eres malo. Pero cuando sobrepasas el Bien y el Mal, ¿qué estás haciendo? "Creértelo", diría un simple ser humano. NO, estás HACIENDO, KONSTRUYENDO, que es lo más importante de todo.

Las teorías, las hipótesis, los posibles y todo eso se queda en muy poca cosa.

Hacer... los Colores, por ejemplo. Claro, porque una vez que te has puesto a pensar, llegas a lugares de la mente que son increíbles. Y a lugares de la Realidad que son increíbles pero ciertos: Esta mañana estaba yo con todos los colores alrededor de mí, pero no unos colores normales con los que el pintor de turno pinta sus óleos, no, eran los Colores, y Colores además hechos por mí; por algo más grande que yo, pero pensados por mí, qué tongonlongos.

Y es que en su momento uno de esos seres mágicos del Destino se puso muy cerca de mí y me dijo; "Harás los Colores de la Vida". Ole, me dije yo, ole, ole y ole. ¿Y qué querría decir eso? Y entonces esta mañana me lo contesté también yo mismo, o uno de los nuestros, qué se yo. Pero ahí estaban los Colores de la Vida, para embellecer a todo el Universo y Universos que hicieran falta por toda la Eternidad.

Amarillo, Azul Celeste del Sur, Verde Jardín, Azul Torbellino, Dorado Tierra, Naranja Arrakis, Naranja Tostado por Ra, Rojo Imperio, Negro Imperial, Berenjena de Toro, Azul Esquivado por los Rayos de la Noche, Dorado del Sol por la Mañana, Dorado por el Sol por la Tarde, Azul Cambiante, Verde Dorado de Azul, Blanco con Alabastro de Templo, Gris Estrellado....

Eran creaciones, eran hechos, por eso, y porque la Música sonaba y acompañaba ese sentimiento y ese pensar y ese interiorizar del alma, el Mal, se acabó por siempre.

Y por todo eso, y aunque embobado como Niño inteligente, me encontré rodeado de Hadas y Hados de verdad; eran los Colores de la Vida, eran las transformaciones del destino de verdad.

Vamos, que estoy como unas castañuelas o más.

Que el Hado os sea propicio siempre, y que la Inocencia proteja vuestras Almas, y que soñéis con los Angelitos, y con los Krónidas, y con las cosas bonitas de la Vida y sus Colores.



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Quirón Alvar

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